Termina una semana a jornada partida, larga e interminable; en algún descanso suelo pasear por el jardín viendo los cambios que se van produciendo en el día a día; algunas veces, como el miércoles pasado, lo hago con la cámara.
Veo como se pudren los troncos viejos y secos, una planta llama mi atención hasta que me percato de los gorgoritos típicos y la figura inconfundible de un Estornino pinto en un nogal cercano. Destaca con la luz solar su verde metalizado, veo como vibra su garganta por cada gorgorito que hace.
En la zona más natural y umbría del jardín un recipiente con agua fresca, está siendo demandado a pesar de las bajas temperaturas y del aumento de posibilidades de baño; el Mirlo no pone caras raras, ni jura en arameo, solo disfruta del agua fría.
Por el matorral anda un mosquitero, zarcero o lo que sea; con la foto lo veo imposible de identificar. Aprovecho la ocasión para decir una vez más: mis conocimientos de Ornitología son escasos.
Me imagino que un mosquitero común, muy muy clarito, si lo vuelves a ver escúchale el canto que igual tienes un abietinus en el jardín...
ResponderEliminarCreo que lo del canto es muy buena idea; ya tengo los medios, ahora solo falta tiempo y que la oreja se convierta en oído.
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