6 de junio de 2011

Un paseo por la Sierra del Sueve


El sábado amenazaba tormenta para el interior de la comunidad y el cuerpo no estaba para mucho,  un paseo por la Sierra del Sueve con el día despejado, sería suficiente para cargar las pilas; en esta ocasión la ruta fue desde el Alto de la Llama a Les Espineres, lugar que dio para recorrer y explorar mucho tiempo. Aunque nada tiene que ver con el mítico Hayedo de la Biescona, la subida al Pienzu o la gran mancha de tejos del valle de Toya, ha sido muy interesante la visita.
No había hondonada y  espinera donde no se viese o intuyese a una familia de Pinzón vulgar Fringilla, simplemente con la visión de la ceba y el colorido que muestran los machos en esta época del año podría haber pasado el día.

Aprovecho la ocasión, creo que nunca lo había hecho en este blog, para decir que el Pinzón no tiene nada de vulgar, sería bueno denominarlo común; esto de los nombres hace que uno vea con recelo a los bichos que se denominan reales y se solidarice con los del vulgo, ninguno tiene culpa del nombre que le han puesto.
Ya metido es disquisiciones, Carlos Linneo al que tanto se le debe, fue el culpable de poner como nombre descriptivo a esta especie coelebs, sin duda la educación religiosa que sufrió desde la tierna infancia fue la culpable; la observación en Suecia de la separación por sexos durante el invierno, llevo a su descripción como soltero. La soltería o celibato a tiempo parcial es una ideología  típicamente religiosa.


Una bandada de las ruidosas de Chova piquirroja Pyrrhocorax pyrrhocorax se hacía cada poco presente;  inquietas y alborotadas por un Aguilucho (creo que cenizo) al que no fui capaz de ver bien ni hacer una fotografía decente.
Peor fue lo del Alimoche común,  mientras intentaba sacar una fotografía a un pollo de Pardillo casi me despeina de lo cerca que pasó, cuando quise reaccionar quedo oculto por la pared de la montaña  y cambió el rumbo.
Paro no soy el único que queda con el ojo pegado al visor y no se entera de nada, según subía tropecé a uno que sacaba fotografías a las moscas del hocico de una vaca, llegué a su altura y esperé allí un rato para no molestar, cuando se percató de la presencia puso la misma cara de disimulo que pongo yo cuando me pillan en acción.

Por el camino, había bastantes ejemplares de  Acentor común Prunella modularis, todos tan ocupados como el de la fotografía que lleva una buena comida en el pico.


Se aprecia una  extensa cabaña ganadera, realice algunas fotos sin tener que poner tierra de por medio, tanto las vacas como los caballos se les ve tranquilos y a su aire; disfrutan de la primavera en la Sierra, tal vez contribuya el paisaje a su placidez, cadenas montañosas hasta Picos de Europa y del otro lado el Mar Cantábrico.


En una ladera me encontré con una veintena de plantas de Aster alpinus, me han entrado dudas por el pequeño tamaño del capítulo, menos de dos centímetros; también  su temprana floración. Si finalmente no es el Áster alpino, me sacáis de la ignorancia.



Por el camino un par de orquídeas,  me parecen ejemplares de Dactylorhiza maculata  es  una planta muy variable; tampoco estaba ya para agacharme y estudiar el tema, así lo dejo ya que entre contar el paseo y los chascarrillos, esto se parece a un testamento.

2 comentarios:

  1. Los Picos nunca defraudan. A mí el pinzón vulgar me parece de lo más bonito, coincido contigo, no le va el nombre. Sobre todo opino ésto desde que vi un macho con un plumaje nupcial muy intenso y me pareció precioso!

    Saludos! ;)

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  2. terminaremos haciendo un comisión para que se cambie el nombre al Pinzón ;) Saludos Miazuldemar

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