Seguimos explorando por el
jardín, un buen número de Zorzal común Turdus
philomelos, ya lo frecuenta; una de sus diversiones es el baño, aunque lo
hagan por cuidar las plumas, siempre pienso que les resulta divertido.
Las aves más pequeñas,
esperan con paciencia a que termine, algunas veces les queda poco agua por lo
exagerados que son estos grandullones.
El Pinzón Vulgar Fringilla coelebs, hace la especie alada número 25 fotografiada en este
recipiente con agua; si tenemos en cuenta que esto es una zona urbana, no está
nada mal el número y aun hay posibilidades de que aumente.
Ya bajan a la pradera los
ejemplares de Estornino pinto Sturnus
vulgaris, el moteado combinado con los colores irisados hacen que en esta
época se le vea muy guapo. Este bicho por su capacidad de adaptación, está en
la lista de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo; aquí
que es su hábitat de migración tampoco se le tiene mucho aprecio.
En el norte de Europa es
otra historia, se le mima y allí donde hay una epidemia de mosquitos aparece el
estornino, como aliado natural de las personas.
Con restos de miel del año
pasado, mezclados con agua y colocados en un recipiente de barro, he hecho un
pequeño experimento; este era el resultado al día siguiente. Dos días me duró y
en algún momento creí que el tema me sobrepasaba; tal parecía que había una
autopista por el aire, estas viven algo más
al sur, en el campo.
Me perdí en qué momento la
abeja exploradora encontró el alimento, me imagino el baile para comunicar la
bicoca a la colmena.