Todas la currucas, para mi, tienen un gran atractivo, incluso las que vemos con más frecuencia; pero he de reconocer que la Curruca carrasqueña Sylvia cantillans es de las que sobresale.
Los primeros machos han llegado del África tropical a la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, se alimentan y reclaman, algunas veces exponiéndose durante unos momentos al observador; yo he disfrutado de alguno esos momentos.
Todo un placer leer tus antiguas entradas y ver que sigues y sigues añadiendo nuevas maravillas a este entrañable blog. Hacía mucho que no tenía un momento para disfrutar tranquilamente con un café de tus buenos amigos. Feliz primavera querido Miguel.
ResponderEliminarFeliz primavera Belén. Un beso
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